Viaje de Fin de Curso: Italia

El domingo 5 de marzo finalizó el viaje a Italia que emprendí junto a mis compañeros de clase. Ha sido una bonita experiencia cargada de emociones y recuerdos que tendremos para siempre. Todas estas aventuras las hemos vivido en ciudades llenas de cultura, como  Roma y Florencia. En todo momento nos han acompañado guías y nuestros maravillosos profesores Roberto Bullón y Miriam Barrero, que con su afán por el arte y la historia han conseguido provocarnos un cierto interés por cosas que no conocíamos.

Día 1 (Jerez-Padua-Lido di Jesolo)

El primer día de viaje comenzó muy pronto, a las 12 de la mañana ya nos encontrábamos en Venecia. Un autobús nos recogió del aeropuerto Marco Polo para llevarnos a una ciudad llamada Padua de la cual cabe destacar el Palazzo de la Regione, la Basílica de San Antonio ¡y su buena comida! Acto seguido nos dirigimos hacia Lido di Jesolo, donde se encontraba nuestro hotel que afortunadamente solo estaba ocupado por nosotros. Esto nos dio la oportunidad de conectar a nivel personal con los profesores y forjar lazos entre alumnos. Momentos junto a las escaleras de moqueta que siempre recordaremos.

Día 2 (Lido di Jesolo -Venecia- Lido di Jesolo)

Tras un buen madrugón, el segundo día nos dirigimos hacia Venecia. A primera hora de la mañana cogimos un vaporetto que nos dejó en pleno centro de la ciudad. Al llegar el barco al puerto ya se veía la Catedral de San Marcos con sus asombrosos frescos adornados con pan de oro. Durante las primeras horas nos acompañó Francesca, nuestra guía nacida en Venecia, que nos explicó la historia de  cada uno de los rincones de la ciudad. Después de la visita guiada nos dieron tiempo libre que aprovechamos de distintas formas: montando en góndola, disfrutando de un buen helado italiano, probándonos máscaras…Y tras un día muy completo regresamos a nuestro hotel para hacer las maletas y pasar un buen rato, ya que en el próximo día pasaríamos varias horas en el autobús. Sin duda, lo más memorable fue el intenso calor que pasamos a las 6 de la tarde con 5 grados y un viento proveniente por lo menos del ártico. ¿Si, Enrique y Fernando?

Día 3  (Venecia- Pisa- Lucca- Montecatini)

Este día comenzó un poco más tarde que los otros, lo cual nos permitió descansar un poco. Tras abandonar el hotel, el autobús nos dejó en Pisa, una ciudad muy rica en monumentos, estilos artísticos y vendedores de souvenirs. Aquí nos recibió una guía que nos introdujo al arte pisano y al pasado de las tierras que pisábamos. Tras la breve visita tuvimos un poco de tiempo libre para hacernos fotos turísticas y comer. La comida fue breve pero intensa, ya que tuvimos la oportunidad única de probar patatas rizadas de un Mc Donald italiano. Después del almuerzo llegamos a la ciudad de Lucca, pequeña y acogedora que conserva algunas estructuras de otros siglos, entre ellas la muralla que rodea la ciudad. Sobre las 21:00 horas llegamos a Montecatini, donde nos esperaban nuestros próximos huéspedes, en compañía de un agradable colegio canadiense y unas tuberías defectuosas que nos hicieron reír muchísimo.

Día 4 (Florencia)

El día en Florencia comenzó cuando nuestra guía vino a recogernos del autobús que nos dejó muy cerca del centro de la ciudad. En seguida comenzamos con la visita que partía desde la Catedral de Santa María de la Flor, de la cual resulta necesario destacar las asombrosas puertas de plomo talladas. Continuamos nuestra aventura por el pasado histórico de “Firenze” visitando emblemáticos lugares como el Batisterio o el Puente Vecchio. Sobre las 13:30 nos dirigimos hacia “La Academia” para ver el impresionante legado que nos dejó Miguel Ángel, su David tallado en mármol. En el mismo lugar tuvimos la oportunidad de disfrutar de una galería de estatuas que asombra por las características expresiones en las caras de los personajes. Tras la exhaustiva visita, los profesores nos llevaron a un encantador restaurante justo en frente de la Piazza della Croce. Para finalizar el día volvimos al hotel a cenar y nuestros marchosos profes nos llevaron a un hotel donde se organizó una fiesta privada para nosotros y otros dos colegios, donde disfrutamos muchísimo y lo pasamos muy bien.

Día 5 (Montecatini-Sienna-Asis-Roma)

Comenzamos este día con un largo viaje en autobús desde Montecatini hacia la ciudad de Sienna a la que realizamos una breve visita que incluía el Duomo Catedral y la Plaza del Campo. Más tarde nos dirigimos hacia Asís para visitar la espectacular Basílica de San Francisco de Asís que transmitía tranquilidad, muy necesaria para nosotros después de unas duras semanas de exámenes. Sobre las 19:00 horas llegamos a Roma y tras el reparto de habitaciones nos dispusimos a cenar. Este día nos fuimos muy pronto a dormir ya que los profesores nos avisaron con antelación de que el día siguiente iba a ser muy duro.

Día 6 (Vaticano- Coliseo- Panorámica de Roma)

El penúltimo día fue bastante intenso, pero menos duro de lo que nos esperábamos. El día comenzó muy temprano y tras un buen desayuno el chofer del autobús nos dejó en el Vaticano, cuyos techos me siguen teniendo en asombro. La visita empezó con los exteriores del recinto e incluía paradas en la Capilla Sixtina, Basílica de San Pedro y la Plaza de San Pedro. Tras un breve descanso para comer, nuestra guía nos llevó al Coliseo y nos explicó algunos curiosos datos sobre su historia. Para finalizar la tarde hicimos una interesante visita panorámica de Roma en la que más de uno se quedó dormido, ¡pero siempre disfrutando del momento! Al llegar al hotel nos tomamos la última cena y nos reunimos en mi habitación para jugar a juegos y charlas con los compañeros. Todo menos dormir, evidentemente.

Día 7 (Roma- Madrid- Jerez)

El último día abandonamos con mucha nostalgia el hotel y nos dispusimos a visitar la Roma Barroca, de la cual lo más destacado fue la Fontana di Trevi que por su dimensión nos dejó a todos atónitos. Tuvimos unos 20 minutos de tiempo libre que aprovechamos para hacernos algunas fotos y comprar los ultimos souvenirs para familiares, amigos… Nos despedimos de la ciudad eterna y cogimos el avión hacia Madrid. Una vez en territorio español aprovechamos para hacer unas compritas en el aeropuerto y sobre las 21:30 horas cogimos el último vuelo que nos dejó en Jerez y con el cual acabaría el viaje.

Tras estos días con mis compañeros y profesores me he dado cuenta de varias cosas, comenzando por el paso del tiempo. Este viaje ha transcurrido muy rápido, al igual que los 9 años que llevo compartiendo con todas las personas de mi curso a las que de corazón puedo llamar amigos. Desde pequeños deseábamos que llegara el viaje a Italia y me parece increíble que ya haya acabado. La unión y la fuerza de esta promoción son también destacables. Es asombroso como en un grupo de 50 personas haya buena relación entre todos y admirable la empatía y solidaridad que mostramos entre nosotros, visible con actos tan simples como prestarle las chanclas para la ducha a una amiga asqueada en apuros. Otro de los hechos en los que he caído en cuenta es el conjunto de sentimientos que los profesores han desarrollado por nosotros. Me llena de felicidad que tengamos unos maestros que se preocupen tanto por nosotros y que estén dispuestos a actuar como padres en cualquier momento en el que sea necesario. Son frases como “donde yo no duermo no duermen mis alumnos” que transforman estos dichos en hechos.

Desde aquí me gustaría lanzar un mensaje a los que han sido, son y serán mis compañeros no solo de clase, sino que de vida: muchas gracias por hacer de este viaje una experiencia que nunca olvidaré y que siempre recordaré con cariño e ilusión. Me enorgullece poder decir que he formado parte de esta promoción y compartido momentos mágicos con todas las personas tan maravillosas que sois. No quiero desviarme tanto pero… espero que en medio año estéis todos en las ciudades, universidades y carreras que hayáis elegido y que seáis felices en la segunda etapa de vuestra vida (¡en la que por supuesto quiero estar presente!). Ahora viene lo más duro del año, globales y la selectividad, pero no temáis espartanos que sé que conseguiréis todo lo que os propongáis porque os caracterizáis por el trabajo y la ambición, que hace de vosotros unas auténticas máquinas. Gracias por cada uno de los minutos que me habéis regalado.

Otro para los profesores: un solo gracias no puede expresar todo lo que habéis hecho conmigo y por mí ni el cariño que os tengo (que ya lo sabéis). Cada día que pasa se va acercando la despedida y me va costando más y más asimilarlo. Sois vosotros los que hacéis del colegio mi casa y los que habéis sacado siempre lo mejor de mí. Todos mis futuros logros, que espero que sean muchos, os los debo a vosotros y a vuestro empeño por que aprenda y entienda los conceptos. “¿Capito tutto?”

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